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¿Comida salada? ¡Entre rejas!

O eso ha sufrido la joven Kendra Bull, de veinte tacos na más. La pobre ha servido una hamburguesa (se gana la vida en un Mc Donald’s) demasiado salada al Jefe Wiggum de la zona, el oficial de policía Wendell Adams, de Georgia, EEUU. Cómo la chica no sabía qué hacer, preguntó al encargado si le servía otra, éste, que sabe lo que cuesta la vida, le sacudió la sal y aquí no ha pasado nada.

Según la pobre (y seguramente obesa) empleada:

«Básicamente, se puso a montar una escena en el local, y a mi me dio risa. Y él me dijo: ‘¿crees que es divertido?’. Y creo que básicamente me detuvo porque creyó que yo pensaba que era gracioso».

Como regalo, el encolerizado agente detuvo a la muchacha y ha tenido que pasar una noche en el calabozo. Con cargos de conducción bajo efectos del alcohol, para salir tuvo que pagar una fianza de 100 bucks. Es la hostia.

Para que luego no hagamos caso a los médicos que dicen que la comida salada es perjudicial.

Visto en: Yahoo! Noticias.

5 respuestas a «Â¿Comida salada? ¡Entre rejas!»

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