Por fin es viernes, a esta hora peninsular ya es sábado. Mañana no habrá despertador que me mortifique, en minutos alcanzaré el nirvana y podré dormir más de 6 horas seguidas. Volveré a ser algo parecido a feliz.
Aunque no tengo queja del dÃa de hoy, he estado yo sólo prácticamente toda la tarde y me he podido pirar 45 minutos antes, 45 deliciosos minutos.
En fin, ¡sólo quedan unos pocos dÃas para el lunes!
Visto en: La ofi.
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