He recibido el número de abril de National Geographic, va sobre el agua. Ya os imagináis, derroche, sequÃas en Ãfrica, tanto por ciento de agua dulce en tal sitio, otro tanto en otro, el cuerpo humano es agua en su mayorÃa… Y, en definitiva, que el mundo va a morir y va a ser por nuestra culpa. No sé si es por mi estado anÃmico algo desastroso, depresivo, deprimente, deplorabe, denostado y desgastado o qué, pero el tema me da igual. SÃ, aparte del alarmismo propio de estos reportajes. La tierra se va al garete, ¿y qué?
A mà que no me culpen. Yo he sido más o menos responsable. Salgo a la calle, llueve, veo un periódico, los embalses están bien repletos… En Ãfrica falta agua. Ajá. Nada nuevo bajo el abrasante sol del Serengeti.
Pero ahora imaginemos que es verdad que todo se va al traste. Pocas cosas pueden hacer levantar el vuelo a esta gran bola verdiazúl, pues joder, puestos a encontrarnos de frente con una muerte segura, disfrutémoslo. Es igual que cuando estás jugando a un Final Fantasy (es que ahora ando medio enganchado -hasta la semana que viene-) y te encuentras con un rival enorme, poderosÃsimo, has intentado acabar con él decenas de veces y siempre terminas cayendo. En esas partidas hay un punto de no retorno en el que sabes que estás abocado a morir con cada personaje, justo en ese momento y en un alarde de falsa valentÃa, garra y orgullo por el compañero caÃdo, cambias de formación y te olvidas de la joven japonesa de tetas exageradamente grandes para su inocente edad que ejerce como prostituta, digo, curandera, y pones a todos a atacar. «Me matarás, sÃ, pero ya verás ahora cómo te hago pupa con ganas». En definitiva, que si de tanto parchear esta mierda va a ser mejor tirarlo todo y empezar de nuevo, cuanto antes mejor. Algo asÃ, «Nuestros expertos cientÃficos [partámonos el pecho de la risa] predicen que, haciendo un uso como el actual de los recursos naturales o incluso un uso superior, los humanos no llegaremos más allá del 22 de agosto de 2436 a las 20 horas y 3 minutos aproximadamente, lustro más siglo menos». ¿Cuánto duró la raza humana? Millones de años. Suficiente.
Quiero decir, la evolución de aquà en adelante va a ser más bien lenta (que sÃ, que el i7 tiene chorrocientos hertzios y sólo unos pocos nanómetros, pero mis abuelos tienen una tele de tubo que no la cambian por una en 3D ni de coña y la gente sigue utilizando Windows XP, el avance nos la suda). Sólo nos queda el despiporre. Si tenemos hasta el 2400 y pico despreocupémonos en una involución orgásmica como las que proyectaban en Versalles, vivamos de cojones durante un puñado de años sin preocuparnos por el planeta (que está condenado) y muramos todos felices y contentos.
Nada de crear una nave espacial donde subsistir durante décadas dando vueltas a la nada, rollo Wall·E, no, no, nos caemos con todo el equipo, y si esto peta realmente tenemos que estar presentes para contemplar su destrucción. Yo el primero. O dejan de andarse con chiquilladas sobre nuestro predecible mal comportamiento con lo que nos rodea o que dejen de dar la chapa y sean claros. No pido más. Por mà puede comenzar la aceleración de la autodestrucción, que estas cosas, cuanto antes mejor, que ahora tengo un dolor de cabeza del copón (y lo que te queda, moreno) que me da igual ocho que ochenta.
Y sÃ, seguramente mañana, o pasado, cuando relea esta amigable entrada que celebra el fin de semana me diga «TÃo, estás muy mal de la olla, vete de aquû. Hasta entonces.
Visto en: ¡Boom!
5 respuestas a «Â¿Y si dejamos que el mundo se vaya a la mierda?»
Te ha afectado mucho el comentario de Eva González, sin duda. Ya que el mundo se va a acabar, a fo…uy, perdón, a mà también me duele la cabeza.
A mà me has convencido, ahora falta convencer al resto de la humanidad. Venga, yo empiezo por la izquierda y tú por la derecha. Nos vemos en Nueva Zelanda.
Yo ya estoy empezando a ver pelis post-apocalÃpticas para informarme de cómo va a ir el tema…
Pero el mundo no se acababa en el 2012?
La verdad es que nos preocupamos demasiado por perpetuar la especie y salvar el planeta. Yo opino que sÃ, que dejemos que todo se vaya a la mierda.