La espectacular campaña política estadounidense

Imagino que va siendo hora de volver a repartir posts por Internet como en su tiempo hiciera Frank Lucas con la heroína en el Harlem de los 70. Vale, no conoces a Franky, no pasa nada, te dejo unos minutos para que lo busques en Google, sí, sí, tranqui es interesante, espero. Bien, aquí tienes la versión entretenida.

En apenas unos días los estadounidenses, americanazos, yanquitos o gringos, vaya, celebrarán sus elecciones o comicios electorales, vaya.
¿Quién sucederá en el cargo al simpático, sonriente, despreocupado y ranchero George Bush hijo? Pues los aspirantes al título de cuadragésimocuarto (para los de la LOGSE, el 44) Presidente de los Estados Unidos de América, con águila calva, estrellas, barras y coches de desproporcionado motor son: En la esquina superior izquierda y con calzón rojo… el de las patatas. Y en la esquina inferior derecha con calzón azul… el negro. Sólo uno de ellos podrá disfrutar de los cómodos asientos del Air Force One.

El candidato republicano (no como los republicanos de la izquierda de aquí, más bien al contrario, los conservadores con carisma, porque en EEUU todo tiene más carisma), también llamado John Sidney McCain III: Pese a su nombre poco tiene que ver con Australia pues lo más cerca de Oceanía que ha estado (que yo sepa) fue combatiendo en Vietnam, casi, casi igualito que su compi y ahora presi Bush. Prueba real de que estuvo allí es que no puede levantar mucho los brazos por las secuelas de la tortura. Otro John, John Rambo, no lo hubiera permitido, tío. Por edad podría ser mi abuelo sin muchas dificultades y viene acompañado de una chavala cuarentona de gafas que nos han hecho hacer creer que es actriz porno, pero oye, se conservan bastante bien. Y es el que va por detrás en las encuestas, aunque los números bailan cada día al son de Yankee Doodle.

El candidato demócrata (no como los demócratas de aquí, más bien como los de la democracia), de nombre Barack Hussein Obama Jr: Pese a su nombre no es musulmán, sino Cristiano Congregacional, lo que por estos lares llamamos calvinistas, vaya. De ser el ganador se convertiría, ojo, en el primer presidente de color (aunque no del color de los negro mozambiqueños, que algo aguado sí es debido a que su madre era blanca). Según las encuestas previas a las erecciones es el ganador, no con mucha distancia al anciano Johnny (que por edad sospecho que erecto poco), pero habiendo dos únicos partidos en semejante e inmenso país sería suficiente, Llamazares les ha dicho que si es necesario hace una coalición con alguien, con quien sea. De él no sabemos más a parte de que ganó a la Señora Clinton hace ya un porrón de meses mientras que en su partido John parecía no tener rival. Su mano derecha, la de la pulsera que le regaló su tía en la comunión calvinista que hizo no, la mano derecha política, es un católico (herencia irlandesa, claro) que deja claro que esos que asemejan el partido demócrata con el PSOE cañí no deben empanarse muy bien de cómo funciona esto, o al menos yo no me imagino a De La Vega y a su novia rezando juntas antes de tijerear, ¿no?

Después de esta nada corta introducción hablaré de lo que realmente quería escribir o escribiré de lo que realmente quería hablar: La campaña electoral es bestial. Y se agradece, aquí, que no entendemos nada de política y por sistema se vota al ladrón propuesto por el partido A o el B dependiendo de si en la Guerra Civil a nuestros abuelos les tocó un bando u otro, allí (casi) no es así en absoluto. Para empezar, hay gente que ni se ha empanado de las elecciones, porque la libertad que tan alegremente nos venden en las pelis hace que no dependamos de las ideas políticas del vecino para saludarle o no. ¿No os resulta utópico?
Se dejan muchos millones de dólares en anuncios para venderse, en diferentes idiomas. ¿Alguien se imagina a Rajoy chapurreando Rumano para conseguir votos? Se enfrentan no en uno ni dos debates televisados donde, como aquí, se controlan todos los detalles: hacen uno por estado, en diferentes canales de televisión con cadenas de diferentes ideas políticas por lo que no es lo mismo lo que verás en la FOX que en la CNN o en la ABC. Los diputados de éste país son libres, no meros empleados que votan y piensan lo que el portavoz del partido ha dicho que se haga y esto hace que incluso voten al candidato opuesto. Señoras esto es para mojar las bragas, es política de la de verdad, de la de vender periódicos a gritos de ¡extra, extra! De la de portadas llamativas sin niñas ni tensión estúpida.

Si no fuese porque mi candidata, Hilary, ya no puede presentarse me encantaría poder ser parte activa de este show del que también participaron directamente grandísimos hombres.

Con todo esto sólo me queda lanzar la pregunta obligada: ¿Quién te gustaría que ganase de los dos?

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Visto en: O say, can you see?, by the dawn’s early light...